Es una intervención encaminada a reducir el exceso de piel en tus brazos. Mediante una intervención quirúrgica, eliminamos ese exceso de piel que causa un efecto tan antiestético.

Mediante liposucción se da forma al exceso de grasa de la cara interna e inferior del brazo, y tras ello, se elimina el exceso de piel, logrando un nuevo contorno para tus brazos, mucho más esbelto.

Cualquier persona que no tenga alteraciones en la cicatrización y tenga exceso de piel y/o grasa en sus brazos, puede someterse a esta intervención. No obstante, es conveniente perder peso antes de la cirugía para limitar la tensión en la herida y que la cicatrización sea óptima. Generalmente es necesaria una cicatriz desde la axila hasta cerca del codo, ubicada de tal forma que no se vea desde delante o detrás. En algunos casos puede ser suficiente con una incisión exclusivamente en la axila. Puedes valorar las diferentes opciones con tu cirujano.

No es una cirugía dolorosa, aunque sí molesta, y necesitarás llevar una prenda de compresión durante varias semanas. Podrás mover tus brazos libremente desde el primer momento, aunque te pediremos que no hagas esfuerzos ni separes el brazo del cuerpo en exceso durante unos días.

Es una intervención en la que reducimos el contorno del muslo cuando una liposucción no es suficiente, o la piel quedaría demasiado fláccida. En estros casos, eliminar este exceso de piel hará que se tense y disminuya el aspecto de muslo excesivamente ancho y envejecido.

Cualquier persona para la que el roce de los muslos suponga una importante molestia o no le guste el aspecto, excesivamente ancho, de sus muslos. Será muy conveniente perder peso antes de la intervención, de manera que no haya un exceso de tensión al cerrar la herida.

Se realiza una liposucción importante en la cara interna de los muslos y se elimina el exceso de piel, cerrándose la herida. La cicatriz queda oculta en la cara interna de los muslos y a veces se extiende al pliegue de la ingle. En algunos casos, puede limitarse a una incisión en el pliegue de la ingle, aunque podrás valorar las diferentes opciones con tu cirujano.

Es una cirugía no especialmente dolorosa, aunque sí es molesta. Durante varias semanas te pediremos que lleves una prenda de compresión. Será muy importante que camines desde el primer día aunque sin esfuerzos, y que mantengas las piernas elevadas cuando estés descansando. Pasadas unas semanas, podrás volver a tu actividad deportiva habitual.

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