Abdominoplastía

Una gran pérdida de peso, y más frecuentemente los embarazos, producen dos efectos en el contorno del abdomen: Por un lado, la musculatura de la pared abdominal, fundamentalmente los rectos abdominales, sufren un fenómeno conocido como diástasis o separación. Esto hace que, incluso si se vuelve al peso previo al inicio del embarazo, el abdomen pueda parecer el de una embarazada de pocos meses. Es también frecuente que haya estreñimiento asociado ya que la musculatura abdominal no logra hacer correctamente su trabajo, al no estar ya en su posición anatómica. Por otro lado, la piel muchas veces puede quedar fláccida y con estrías, de muy difícil tratamiento no quirúrgico.

Casi todas las mujeres con un abdomen caído o prominente pueden someterse de forma segura a esta intervención quirúrgica. Sin embargo, hay excepciones:

En general, en mujeres muy jóvenes, que aún no han tenido hijos, o que tienen una alta probabilidad de tener más hijos, el tensado de la musculatura del abdomen (plicatura de los rectos) no está indicado, ya que podría interferir en el crecimiento del útero en caso de un nuevo embarazo. No hacer la plicatura durante la abdominoplastia es posible, aunque parte de la mejoría estética, que se logra con la plicatura, evidentemente, no te la podremos ofrecer.

Prevenir posibles complicaciones es nuestra prioridad cuando te tratamos. Si tu peso es demasiado elevado, la posibilidad de que haya algún problema con la cicatrización de la herida, se acumule líquido en la pared del abdomen (seroma) y otros problemas potencialmente graves, es mucho más alta que si el peso es más bajo. Por ello, si tu peso es demasiado alto, te recomendaremos primero perder peso hasta que podamos ofrecerte la intervención quirúrgica de tu abdomen con las mínimas posibilidades de pueda haber alguna complicación. En GodoyClinic podemos ayudarte a lograr este objetivo, ofreciéndote desde coaching nutricional y en estilo de vida hasta intervenciones como la colocación de un balón intragástrico u otras técnicas endoscópicas que te ayudarán en esa pérdida de peso.

Elimina toda la piel desde el ombligo hasta el pubis, y el ombligo se “hace nuevo”, tras estirar hacia abajo la piel que originalmente estaba por encima del ombligo. Aunque más agresiva, es la única técnica indicada cuando hay un gran exceso de piel en el abdomen. La cicatriz quedará por debajo de la línea de la ropa interior y de este modo no será visible. Con los cuidados locales adecuados, además, pasados unos meses, será poco visible.

Sólo si la flacidez o exceso de piel están desde el ombligo hacia abajo, y la piel por encima del ombligo tiene un aspecto y tersura adecuadas. Si la flaccidez está en todo el abdomen, o el ombligo está demasiado cerca del pubis, la miniabdominoplastia no está indicada, ya que no va a mejorar tu abdomen todo lo que es posible, y tu cirujano te recomendará una abdominoplastia completa.

En la miniabdominoplastia, mediante una incisión similar a la de una cesárea, se elimina ese exceso de piel cuando fundamentalmente está localizado desde el ombligo hacia abajo. También permite tensar la musculatura abdominal, es decir, corregir la diástasis, especialmente desde el ombligo hacia abajo.

Será muy importante planificar la intervención de tal manera que no tengas necesidad de hacer grandes esfuerzos físicos durante al mensos 2 semanas tras la intervención. Llevarás una faja de compresión entre 3 y 6 semanas. Te ofreceremos tratamientos complementarios, mediante masajes y presoterapia, para acelerar tu recuperación. Podrás recobrar tu actividad deportiva previa a la cirugía entre 4 y 6 semanas después. Te recomendaremos la aplicación de dermocosméticos sobre la piel del abdomen y sobre la cicatriz, para mejorar aún más el resultado. En definitiva, estaremos pendientes de ti para que el resultado sea el mejor posible.

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