¿Qué es?

Consiste en deformidad del pezón que se clasifica en varios grados, desde su aplanamiento, a su introducción completa dentro de la areola, lo que puede suponer un problema estético y a veces dificultar incluso la higiene correcta de esta zona.

¿Cómo se corrige?

Mediante una breve intervención quirúrgica, los conductos galactóforos, que son los causantes de esta inversión del pezón, son seccionados, evitando que vuelvan a traccionar de la piel del pezón hacia dentro. De este modo, se corrige la deformidad de forma definitiva.

¿Quién puede someterse a esta intervención?

Cualquier mujer con el pezón invertido puede consultar de forma gratuita. Ha de tenerse en cuenta que, si la inversión del pezón ha ocurrido en poco tiempo y sin causa aparente, es un síntoma que debe comunicarse de inmediato a tu médico de cabecera o ginecólogo, para descartar cualquier problema que pudiera estar provocando la inversión del pezón.

¿Cómo es la recuperación?

El procedimiento puede realizarse bajo anestesia local, habitualmente acompañada de una sedación suave, con lo que las molestias son mínimas. No precisa ingreso hospitalario y la paciente puede irse una o dos horas tras la intervención. No suele doler durante el postoperatorio, y deberás levar apósitos especiales 11 a 12 días tras la intervención.

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