Si te miras al espejo y tus orejas de soplillo te incomodan, perteneces a un grupo de población importante, ya que esta anomalía se encuentra en mayor o menor grado en al menos un 5 % de la población. Las circunstancias más variadas pueden hacer que algo con lo que llevas conviviendo toda la vida de pronto sea más importante. En los varones, es muy frecuente que la alopecia o un trabajo en el que el pelo corto es importante (Fuerzas armadas, por ejemplo) pongan de manifiesto que tus orejas están más despegadas de lo que deberían. En mujeres, si el trabajo obliga a llevar el pelo recogido, ocurre de la misma manera.

Sin embargo, quiero resaltar que la deformidad está presente desde la infancia, y que es posible, e incluso conveniente, tratarla en ese momento. Los niños pueden manifestar una importante crueldad a la hora de señalar lo que es diferente, y unas https://godoyclinic.com/cirugia-estetica-hombre/facial/otoplastia/orejas separadas de la cabeza no son una excepción. Aún en  tiempos de Pixar, el entrañable elefante Dumbo puede salir a colación  en estos casos. Precisamente en este sentido es importante resaltar que este “bullying” relacionado con las orejas es muy raro que comience antes de los 6 años, por lo que en todo caso, antes de esa edad, es muy raro plantearse la necesidad de una intervención quirúrgica, ya que se supone que los adultos de nuestro entorno no deberían contribuir a que tanto los padres como sobre todo el niño, sea consciente de esta anomalía. La opción, tanto en chicos como en chicas de llevar un peinado largo y suelto puede ser una muy buena alternativa y, en la mayoría de los casos, la intervención quirúrgica no será necesaria en ningún caso.

El momento de planteárselo, en mi opinión, llega únicamente si nos cercioramos, bien por la profesora, o bien por las manifestaciones del propio niño, de que tener las orejas despegadas comienza a ser un problema para el niño en su relación con los demás.

Es importante resaltar que la corrección de las orejas de soplillo, u orejas en asa, es un procedimiento englobado en la cirugía reconstructiva y que, por tanto, está cubierto por la seguridad social. Normalmente es preceptivo un informe psicológico que ha de aportarse al especialista que va a realizar la intervención, siendo en muchos casos suficiente con el psicólogo del colegio si lo hay, y, si no, el de la zona de salud que te corresponda.

Superada la edad infantil, se entiende que la finalidad de la cirugía es puramente estética y, por tanto, no está cubierta por la seguridad social, y es en estos casos cuando puedes consultar con nosotros, en www.GodoyCinic.com .

La intervención consiste en definir el pliegue que de forma natural se encuentra en la cara delantera de la oreja, mediante puntos de sutura y, en muchos casos, en reducir la cantidad de cartílago que hay en la base de la oreja, la zona conocida como concha auricular. Combinando estos dos procedimientos, devolvemos la oreja a su posición normal, mediante una intervención que normalmente se hace sin ingreso hospitalario y bajo sedación, sin necesidad de anestesia general en muchos casos.

En la paciente de las imágenes se aprecia una pobre definición del pliegue anterior de la oreja y un importante exceso de concha. Mediante la eliminación de cartílago de esta zona y el marcado del plegamiento mediante suturas, se consigue un resultado natural casi desde la primera semana (las fotos son a las 2 semanas tras la cirugía, y se aprecia que ya casi no hay inflamación).

El postoperatorio es molesto durante unos pocos días, y es conveniente llevar una cinta que sujete la oreja en su posición durante las primeras semanas, así como evitar deportes de contacto durante un mes. Si estás interesad@ no dudes en contactar con nosotros para realizarte tu otoplastia, en www.godoyclinic.com

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